Cuaderno de otoño. Despedida
Despedida Hay en mí otro ser con el que comparto la misma materia pero no el alma. Esta , cuando era niño y no conocía al otro, se resistía a dejarle un espacio, huyendo hacia la vega como el esclavo africano que busca su salvación. La mía se encontraba también entre los campesinos que allí seguían, después de siglos, laborando la tierra. Y, forzado como un reo, volvía a la escuela donde un maestro germanizado nos hacía aprender quiénes eran sus reyes: Ataúlfo, Sigerico, Walia. He sido desde entonces irlandés en Londres, charnego en Barna, marroquí en París, negro en Nueva York, turco en Berlín... Y me han acompañado en el exilio Machado, Cernuda, Zambrano, Al-Mutamid… Mi casa está ocupada y mi cuerpo es un campo de batalla donde dos espíritus se disputan el ser, y eso en sí es una victoria. Porque nosotros somos, en nuestra ignorancia, alegres fantasmas llenos de añoranzas que no sabemos de dónde nos vienen y a...