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S'estan mostrant les entrades d'aquesta data: d’agost 18, 2013

Las falacias de la derecha

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Pintura de Oswaldo Guayasamín Las falacias de la derecha Las falacias de la derecha se cuentan y no se acaban Rafael Silva Rebelión Vamos a tratar aquí algunos aspectos de los razonamientos que nos propone la derecha política y mediática en nuestro país, para desmontarlos, y darnos cuenta de hasta dónde llega su nivel de demagogia y de falacia. Cuando la derecha se queda sin argumentos de peso para apoyar sus teorías y propuestas, a veces las apoyan con este tipo de argumentos, absurdos, falaces y engañosos. Este artículo está pensado para señalar algunos ejemplos de ello, y llamar nuestra atención para no caer en sus trampas. Recuerdo que hace pocos meses, a nuestro joven compañero Alberto Garzón le propusieron un razonamiento de este tipo, sin que él pudiera dar la respuesta adecuada: con respecto a la expropiación de la petrolera YPF por parte del Gobierno argentino, él argumentaba que el Estado Español no debiera preocuparse tanto en representar los intere

Por qué la bajada de salarios es un desastre

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Por qué la bajada de salarios es un desastre Vicenç Navarro nuevatribuna.es Toda la evidencia señala que la reducción de los salarios, junto con la reducción del gasto público, está llevando a la economía que afecta a la mayoría de la ciudadanía al desastre. ...a la mayoría de la ciudadanía al desastre .   Existe hoy una avalancha ideológica liderada por la Troika (el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea (y muy en particular su Vicepresidente de Asuntos Económicos y Monetarios y del Euro Olli Rehn) y el Banco Central Europeo) encaminada a presionar al gobierno Rajoy a llevar a cabo políticas destinadas a reducir los salarios, medidas que el gobierno Rajoy ha ido imponiendo (a través de su reforma laboral) sin ninguna inhibición, presentando las propuestas de la Troika como muestra del consenso que existe en la comunidad internacional acerca de la necesidad de llevar a cabo estas medidas para salir de la crisis. La evidencia abrumadora existent

Los militares republicanos frente a la crisis ( I) aste con sus papeleol, Mariano Rajoy, en la que aporta sus reflexiones sobre esta convulsa época y critica con dureza el «exterminio ciudadano» que conllevan sus políticas. Apuesta por una instauración democrática para que la ciudadanía, «ahora condenada a oír la misa que usted oficia a espaldas de la Moncloa», se haga cargo de sí misma. GARA Antes de irme definitivamente, he decidido, Sr. R arrojará de sí, como suele con todo lo que le estorba; pero no puedo partir sin dejar en el umbral de su casa algunas reflexiones que al menos sirvan para contraponer a su labor de exterminio ciudadano una serie de verdades, como creo. Sr. Rajoy, hay muchas formas de holocausto. De esta palabra se apoderó el sionismo para cimentar el muro milenario de sus intereses, que hoy vuelven a decidir el mundo sobre los huesos de cientos de miles de honrados judíos vilmente exterminados. Pero hay muchos otros holocaustos que no quedan señalados con signo que en su día sirva para recordar la tortura de los acabados en los campos de concentración en que dirigentes como usted van reuniendo a millones de trabajadores a fin de sostener con su sufrimiento el gran edificio fascista. Como pretendió otro alemán inolvidable, se trata de alcanzar la Europa de los mil años. Usted es el gruppenführer encargado de aportar a la ingente empresa el combustible humano español. Supongo que, elevado sobre el poder y el dinero de su entorno, usted no pensará en todo ello cuando oye su misa en compañía de esas señoras con mantilla que van al Rocío para pedir a la Virgen -INEM de urgencia- que encuentre empleo para esos parados a los que ustedes han privado previamente del trabajo. Le digo todo esto porque a mi edad ya no tiene uno derecho al miedo que imparten ustedes en el Parlamento con el mazo inicuo de sus leyes o administran sus policías y jueces -ahora ya en camino de ser totalmente suyos gracias al Sr. Gallardón, ese inventor de normas para convertir en justo según la letra todo lo que es verdaderamente injusto según el espíritu, pues es ley injusta toda la que no proporciona igualdad y bien-. Holocausto: «Sacrificio especial entre los israelitas, en que se quemaba toda la víctima». ¿Y que hacen ustedes sino quemar toda la víctima, un día tras otro, para alimentar el horno de un poder que carece ya de límites morales? Nadie, Sr. Rajoy, gruppenführer del ejército enviado a España -¿no es así, Sr. Guindos?-, puede sostener que el sistema social y económico que todos los días duerme a tantos ciudadanos entre los cartones del abandono constituya algo irremediable y necesario. Hay otros sistemas, Sr. Rajoy, pero esos sistemas exigen que la riqueza que nace del común sea retornada a los pueblos para servir de semilla a la siguiente cosecha, mejorada y crecida. Usted sabe eso, porque aunque sus estudios solo le hayan servido para ponerle a la vida el diario corsé de las escrituras que tantos beneficios dejan en las oficinas registrales -ahora multiplicados gracias al Sr. Gallardón, que ha enriquecido aún más ese negocio-, esos estudios contenían algunas referencias universitarias a la rica variedad de los posibles idearios políticos y sociales. Esos idearios que, siempre hay que recordarlo, también fueron ahogados en sangre, desde la primacial que derramaron modernamente los mártires de Chicago a la que formó el gran río de las constantes represiones. Sr. Rajoy, es criminal, solo moralmente criminal porque no está escrito en el Código, sacrificar a unas generaciones de ciudadanos a la ambición siempre sedienta de los poderosos, que incluso han perdido aquella mínima elegancia con que nos conducían en tiempo de los abuelos desde el duro surco al limitado establo. Es doblemente criminal -hay que gritárselo así al Sr. Wert- contaminar la educación y jibarizar las cabezas de la juventud para volverlas incapaces de respuesta ante la vesania de la trituradora imperialista y económica de los opresores y de los ricos. Es criminal, dramáticamente criminal, que los derechos sociales sean destrozados, hasta en su mínima expresión, mediante la redacción urgente de un balance pretendidamente salvador que hacen ahora los financieros que antes falsificaron el inmoral y verdadero balance. La sangre del pueblo, Sr. Rajoy, no debe mover, con dolor inmenso, ese molino que está acabando con tantas cosas. Sr. Rajoy, cuando la historia haya calmado la tormenta, que será cuando ustedes y las gentes como ustedes hayan sido expulsados del poder, se hará patente todo el horror que ha suscitado la gobernación de esta época. ¡Qué frialdad en el acabamiento físico y moral de tanta gente! ¡Qué innecesario acabamiento, además, por no doblegar el encarnizamiento criminal de los que han robado las verdaderas posibilidades del mundo! Esa frialdad es defendida y aún ensalzada, para mayor agravio, con el aderezo supuestamente heroico -el «hay que hacer lo que hay que hacer»- de la destrucción de todas las reglas humanas de la convivencia, como si para vivir hubiera que inventar más muerte. Acerca de esa forma de proceder la ciudadanía deberá pedirles gran cuenta llegado el momento. Cuentas, por ejemplo, sobre su sumisión a políticas venenosas para el común de los ciudadanos que, instrumentadas en el exterior, fueron aplicadas en pueblos como el español, siempre deslumbrados por la fanfarria fascista que convierten los estados en campos de trabajo forzado. Usted ha sabido siempre -y permítame que le dedique esta generosa suposición del saber- que la pretendida recuperación de España, con el modelo actual de sociedad, resulta impensable en un mundo donde tres grandes potencias pueden producir todo lo que consumiría ese mundo en una época de verdadero capitalismo burgués, esto es, discretamente normal y con un comercio que buscase la expansión social, lo que tampoco está en los propósitos de esas minorías actuales, cada vez más reducidas y desinteresadas en el bien común. Lo que resulta también criminal, moralmente criminal, es que gobiernos como el suyo oculten esa incapacidad de creación por su parte y reduzcan la causa del desastre a un puro desequilibrio de las cuentas públicas producido por errores en las sumas. Un desequilibrio en todo caso achacable, al parecer, al afán de gasto de los ciudadanos seducidos por los bancos. Además, ¿quién desequilibró esas cuentas con políticas de crecimiento disparatadas? Usted puede preguntárselo al Sr. Aznar, por ejemplo, que con los pies sobre la mesa encendió un puro en irrisoria postura de poderoso ante los amos. Sr. Rajoy, la humanidad, que es eso que queda fuera de su programa, tan bien cuidado por beligerantes contra las masas como el Sr. Montoro o señoras de la sección femenina, como la Sra. Cospedal; repito, la humanidad necesita ante todo una instauración democrática para que la ciudadanía, ahora condenada a oír la misa política que usted oficia de espaldas en la Moncloa, se haga cargo de sí misma y decida el destino de la riqueza que produce, que evidentemente no será para los banqueros en corso, gente q

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Los militares republicanos frente a la crisis ( I)         Rebelión "Cada día, al alba, asesinos con galones entran en una celda: el asesinato es la cuestión" (El hombre rebelde. Albert Camus)  (1) Los militares republicanos No todos los militares republicanos profesamos idénticos valores, pero nos une un mismo ideal: el pueblo español. Nuestro republicanismo nace de nuestra radical vinculación con el pueblo, pues a él nos debemos. También de nuestra conciencia de pertenencia al género humano. Para nosotros el concepto de pueblo español es el conjunto formado por la unión de los pueblos que fraternalmente habitamos este territorio llamado España. La unión libre de nuestros pueblos constituye el objeto de nuestro patriotismo, cuyo nexo de unión más sólido es el pueblo trabajador. La fragilidad de la vida, su existencia efímera, hace que nos conmueva profundamente el destino de nuestra especie, su dolor. Náufragos de una patera, arroj

Comunicado de prensa de la Coordinadora 25S

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17-08-2013 Comunicado de prensa de la Coordinadora 25S "La convocatoria del 28 de septiembre sigue con las características de movilización popular pacífica y democrática que siempre hemos declarado" Coordinadora 25S Comunicado de prensa, en respuesta a las declaraciones de Cristina Cifuentes Pintura de Oswaldo Guayasamin http://www.publico.es/462899/ cifuentes-ya-ve-un- caracter- poco-pacifico-en-la-protesta- jaque-al-rey En Madrid a 16 de agosto de 2013 La agencia Europa Press, publicó ayer unas declaraciones de la señora Cifuentes en las que literalmente dice: "El Sr. Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno es una persona "integra, honrada y honorable", "que no ha cometido ninguna ilegalidad". Simultáneamente el diario digital Público.es, se hace eco de otras declaraciones de la Delegada del Gobierno en Madrid, también a la agencia Europa Press en la que afirma lo siguiente: "La Policía Nacional mane