Manifiesto de constitución de la Asamblea de Andalucía











Manifiesto de constitución de la Asamblea de Andalucía

Córdoba, 16 de Febrero de 2013


Organizaciones y personas que apuesten por transformar radicalmente el sistema, y no pretendan legitimarlo con la creencia ilusoria de que puede mejorarse con simples retoques. Para alcanzar este objetivo, y partiendo de la especificidad de Andalucía, nos proponemos avanzar en la construcción de un Colectivo de personas y organizaciones –sociales, culturales y políticas- radicalmente democrático. Ha llegado la hora de coordinar esfuerzos y de potenciar confluencias para construir un poder andaluz en todos los ámbitos, que haga posible una Andalucía Libre formada por hombres y mujeres libres. Al margen de esta llamada sólo deben quedar aquellas personas y organizaciones que creen positivo apoyar, mediante pactos y colaboraciones, el sistema capitalista en crisis y a quienes han ocupado en Andalucía, durante más de treinta años, el poder político y son directos responsables de la dramática situación en la que hoy esta se encuentra. Y también se autoexcluirían quienes no estén dispuestos a asumir el funcionamiento horizontal y democrático que necesita cualquier organización transformadora en el siglo XXI. Esto último, porque asumimos la principal novedad que aportan los denominados “nuevos movimientos sociales”: la ampliación de la política y la “politización” de lo social, de lo cultural e incluso de lo personal, ensayando nuevos ejercicios de ciudadanía más allá del marco del estado y de los partidos.

La confluencia de todas estas fuerzas, personas y colectivos andaluces debe tener por objetivo la realización de estrategias que permitan avanzar hacia esa Andalucía Libre en la que soñaran Blas Infante y tantos otros andaluces. Debe apoyar iniciativas en lo económico, lo cultural y lo político que respondan a una lógica diferente a la del capitalismo destructor de los pueblos, de la dignidad de las personas y de la naturaleza. Debe denunciar la corrupción del sistema político vigente y propiciar formas de democracia directa para la reconquista del ámbito de la política por parte de los ciudadanos. Y debe activar la memoria y conciencia colectivas del pueblo andaluz y desarrollar los valores de la cultura andaluza que pueden ser ejes de resistencia frente a la globalización totalitaria y deshumanizadora de la lógica del mercado.

Partimos de que Andalucía posee identidad histórica, identidad cultural e identidad política y tiene, por ello, el derecho a decidir sobre sus propios asuntos y estructuras políticas, económicas, sociales y culturales. Nuestro Colectivo debe tener, pues, como objetivo cooperar en la construcción de instituciones y puesta en marcha de experiencias que consoliden un poder andaluz que haga posible las transformaciones necesarias para caminar hacia una sociedad justa e igualitaria. Hoy, el sistema partitocrático y la actual organización territorial del Estado Español impiden cualquier potencial toma de decisiones realmente transformadoras por parte de los andaluces para oponernos eficazmente a las presiones del capitalismo global. Por ello, resulta necesario plantear otro marco en el que sea posible el fin de la dependencia económica, la subalternidad política y la alienación cultural de Andalucía para avanzar hacia un horizonte postcapitalista de igualdad entre las personas y los pueblos, de devolución del poder a estos, de garantía de los derechos humanos tanto individuales como colectivos, de solidaridad, de justicia, de respeto a la naturaleza y de potenciación de nuestra cultura. Los andaluces, al igual que todas las personas y pueblos del mundo, tenemos el derecho a ser protagonistas de las decisiones que nos afectan. Y para hacer este protagonismo posible, se hace indispensable dotarnos de ese ámbito andaluz de decisión del que hoy carecemos.

Asumimos como un compromiso irrenunciable la construcción de este ámbito de decisión andaluz, que entendemos debe caracterizarse por el principio de que las decisiones sobre los diversos asuntos se toman de abajo-arriba en el ámbito territorial, es decir, los asuntos que corresponden a la municipalidad se deciden en las municipalidades y nunca una decisión que afecte a un ámbito territorial inferior se tome unilateralmente desde un nivel de decisión superior. Y los temas supralocales, ya sean de ámbito comarcal o andaluz, o respecto a las relaciones con otros pueblos, se acuerdan entre todos bajo el principio general del confederalismo. Consideramos, pues, al municipalismo como una herramienta fundamental para la toma de decisiones de forma horizontal y radicalmente democrática. La estrecha vinculación y compromiso con el territorio –municipal, comarcal y andaluz-, el objetivo de alcanzar un poder andaluz que haga posible la justicia social y el ejercicio real de todos los derechos y el funcionamiento en base a prácticas de democracia directa, activa y participativa representan la columna vertebral de nuestra forma de pensar y de proceder.

Sobre estas bases, nuestro Colectivo deberá dotarse de grupos de trabajo que profundicen en los análisis, propuestas y acciones en los diversos ámbitos: económico, ecológico, social, político, cultural, organizativo y comunicacional. Deberá funcionar en base a la participación activa de sus miembros y la búsqueda de consenso interno. Y deberá apoyar y colaborar con los movimientos sociales, culturales y políticos que se enfrenten a las lógicas hoy dominantes del mercado y del nacionalismo de estado.

Andalucía, 16 de Febrero de 2013.


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