LAS MUERTES
La muerte circula permanentemente alrededor
de toda criatura que palpita.
Espera, mientras hace sus danzas y canta
sus canciones.
Determinado acorde inicia las ausencias
definitivas y las separaciones para siempre.
No hay que pedirle clemencia porque ella nunca
viene antes de tiempo. Ella tiene anotado
los horarios finales y entra cuando las horas
de cada uno se salen de sus pulsos y
de sus reloges.
lÍA SCHENCK, El retorno de los nómades
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